Simbolismo:
El término simbolista procede del
ámbito literario. El primero en utilizarlo fue el poeta Jean Moréas en 1885 en
su "Manifiesto Simbolista" y posteriormente se aplicó a la nueva
pintura ya que las intenciones de los poetas y los pintores eran semejantes.
El Simbolismo es un movimiento
literario y de artes plásticas que se originó en Francia en la década de 1880,
paralelo al post-impresionismo, y que surgió como reacción al enfoque realista
implícito en el Impresionismo. Tanto el Impresionismo, como el idealismo y el
naturalismo académico se habían identificado con los problemas contemporáneos,
políticos, morales e intelectuales. Los artistas de 1885 disgustados por la
incapacidad de la sociedad para resolver estos problemas buscaron nuevos
valores basados en lo espiritual. Desean crear una pintura no supeditada a la
realidad de su momento, rechazan lo que trae consigo la vida diaria, la
aglomeración, la actividad industrial y la degradación.
Se va creando un estado de
decepción frente al positivismo y cientifismo imperante y se descubre una
realidad más allá de lo empírico. A esto contribuye Schopenhauer, que en su
oposición al positivismo, insiste en que el mundo visible es mera apariencia y
que sólo adquiere importancia cuando somos conscientes de que a través de él se
expresa la verdad eterna.
Él defiende no el pintar el objeto
en sí mismo, sino para trascender a otros ámbitos a través de la intuición y la
contemplación.
Los simbolistas consideran que la
obra de arte equivale a una emoción provocada por la experiencia. Tratan de
exteriorizar una idea, de analizar el yo. Les interesa la capacidad de sugerir,
de establecer correspondencias entre los objetos y las sensaciones, el
misterio, el ocultismo. Sienten la necesidad de expresar una realidad distinta
a lo tangible y tienden hacia la espiritualidad. El símbolo se convierte en su
instrumento de comunicación decantándose por figuras que trascienden lo
material y son signos de mundos ideales y raros. Hay una inclinación hacia lo
sobrenatural, lo que no se ve, hacia el mundo de las sombras.
La revelación de Freud acerca de
la vida de los sueños y la existencia de una parte irracional en lo humano es
aplicada al programa simbolista reivindicando la búsqueda interior.
Cultivarán el subjetivismo, el
anti-racionalismo y aflorará el interés por el cristianismo y las tradiciones
diversas. Estudian la ambigüedad, la belleza hermafrodita, lo andrógeno, la
mujer fatal que destroza cuando ama, lo femenino devorador. La mujer brota del
mundo del inconsciente y para huir de la realidad adopta forma de esfinge, de
sirena, de araña o de genio alado. Los seres que aparecen en ese mundo de sueño
serán incorpóreos.
Prestan especial atención a la
forma, pero la ponen al servicio de unos ideales que van más allá de la pura apariencia.
Plasman sus sueños y fantasías por medio de la alusión al símbolo y a una rica
ornamentación. A veces utilizan colores fuertes para resaltar el sentido
onírico de lo sobrenatural. Puede decirse que es una pintura de ideas,
sintética, subjetiva y decorativa.
El simbolismo no puede definirse
como un estilo unitario, sino como un conglomerado de encuentros pictóricos
individuales que supera nacionalidades y límites cronológicos. En esta línea
podemos encontrar figuras tan dispares como Van Gogh, Gaugain, Klimt o Munch.
El simbolismo derivará en una aplicación bella y cotidiana de profunda
raigambre en el arte europeo de finales del S. XIX y principios del S. XX, el
Art Nouveau.
Gustave Moreau,
Puvis de Chavannes
Odilon Redon.
fuente:arteespaña
Modernismo:
Características:
Representantes:
Gustave Klimt
Picasso. ( etapas
azul y rosa)
fuente: humanistes
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